En apenas tres minutos, 10 bombas reescriben la Historia: Madrid acaba de sufrir el mayor atentado terrorista perpetrado jamás en España. El número oficial de muertos, a 23 de marzo de 2004, es de 191 (de ellos, 177 en el acto o durante los primeros minutos tras el atentado), y el recuento definitivo de heridos fue de 1.857 personas lesionadas, con lo que este atentado supone el segundo atentado más letal por el número de víctimas mortales, y el primero atendiendo al número de heridos, que había sufrido Europa hasta la fecha en tiempos de paz. El número de 202 fallecidos que se proporcionó en un principio fue reduciéndose debido a una mejor identificación de algunos restos.
Madrid, una ciudad en alerta.
Madrid moviliza sus equipos de emergencia; se improvisan hospitales de campaña para atender a víctimas y heridos en plena calle; RENFE suspende el tráfico en todas las líneas con origen o destino a Madrid; también se cortan algunas líneas de Metro; se activa la operación 'jaula'… El centro y los accesos y salidas de la capital están durante horas colapsados.
Los hospitales ponen en marcha el Plan de Emergencia ante catástrofes, mientras la impotencia, la tristeza y la solidaridad emanan de las colas de ciudadanos que acuden masivamente a donar su sangre. El aire se hace irrespirable en el pabellón 6 de Ifema, adonde se van trasladando los cuerpos sin vida de las víctimas para ser identificados por sus familiares. Imposible digerir tanta tragedia.